jueves, 19 de marzo de 2009

Probando el producto autóctono, segunda parte.

Dicen que las segundas partes no son buenas, eso ya lo decireis vosotros.Como os dije hace ya tiempo… la cosa no acabó aquí, tenía una batalla abierta contra “la señora de rojo”. Así que quedé con las dos a la semana siguiente. No te gusta el caldo… pues toma dos tazas. Si no recuerdo mal, yo seguía con mi pene inflamado el cual me ardía al orinar, y con esa sustancia verde extraña que salía dentro de mí. Puedo interpretar, estimado lector que este nivel de descripción no sea del todo agradable, pero creo que es imprescindible para recordar en un futuro aquello que fui, o sea un infectado.

Si no recuerdo mal, el miércoles siguiente quedé con la chica rubia, la que no le daban espasmos para ir a tomar algo, la cosa es que quedamos, yo llegué tarde mis 10 minutos de rigor, pero avisando antes obviamente vía sms, ya que estoy en Alemania y me estoy civilizando.

Fuimos a tomar una cerveza, y estuvimos hablando fluidamente hasta que terminamos y nos fuimos a su casa, si así, sin más dilación, es lo bueno de los alemanes/nas que son muy efectivos y se dejan de rodeos inútiles. La cosa, es que llegamos a su casa, y esta vez no le dejó nota al hermano ya que se había encargado previamente de mandarlo a casa de la novia a dormir. Eso si que es tener las cosas bien preparadas. Así que misma habitación, misma chica, diferente semana, diferente todo… y allí estuvimos, yo me alegraba de estar en ese frío país, viva la caída del muro, y viva la madre que parió a la chica esta. Y allí estuvimos un buen rato, ¡Tiki-taca Salinas! A eso de las 12 me fui, ya que al día siguiente tenía que ir al médico pero antes de ir a casa me pasé por un bar donde estaban unos amigos a tomar una cerveza. Lo curioso de esa noche fue el “rastro” que me dejó impregnado, ya que después de lavarme las manos tres veces con jabón, yo seguía oliendo a ella.

Al día siguiente me levanté temprano, me pegué una ducha y me fui para el urólogo que me había recomendado un compañero de equipo. Llegué, pagué 10€ (que es lo que se paga por ir al médico en este país cada 6 meses) y fui atendido por el doctor. Bueno, le expliqué mi problema y el buen hombre me dijo. Ahora te voy a hacer una inspección para ver que todo está bien. Yo con los pantalones bajados, y el hombre tocándome (la verdad que fue una sensación extraña, sino recuerdo mal, ningún hombre me había tocado nunca), me dijo, te voy a hacer una cosa ahora que puede ser un poco molesta… yo vi como abría una cánula le ponía como un gel, y me la introducía por la uretra…. ¡DIOS QUE DOLOR! Es la sensación más desagradable que me ha pasado jamás, es como querer morirte en ese instante, mira que me he dado golpes en mi vida, pero eso sin duda ha sido lo más doloroso/desagradable que me han hecho nunca. A partir de ese momento, juré que nunca más haría tonterías con las mujeres. El señor doctor me mandó tomar antibióticos, y él se quedaba con la muestra con los “bichitos” por si no me iba bien, el medicamento que iba a tomar analizar la muestra y cambiar el tratamiento. Me fui para casa pensado en la motivación que un hombre tiene que tener para ser urólogo y la verdad que no llegué a ninguna conclusión. Cuando bajé del metro vi a la chica húngara que me gustaba sobre todas las mujeres del universo. Ya se que puede resultar un poco raro si la noche de antes estaba con una chica diferente. Vosotros os preguntareis… pero vaya tío más subnormal… putero, perfecto hijo de puta, indecente, cínico, etc. Pero esa chica me gustaba mucho, así que no le dije de donde venía, hable un ratillo con ella y me fui para casa.

Todo fue normal hasta el domingo, yo estaba en casa, y la chica alemana de los temblores me dijo de quedar, la verdad que no tenía nada mejor que hacer, así que dije, ¿Porqué no? Vino a mi residencia a cenar. La verdad que esta chica era un poco extraña, no terminábamos de cuajar pero seguíamos insistiendo, era de las chicas que he conocido que mejor olían. Cenamos, nos calentamos y nos fuimos para mi habitación. Nos seguimos calentando y empezamos a jugar, a tocarnos. Yo le toqué a ella y ella a mí. No hubo Tiki-taca Salinas, ya que ella me dijo que no estaba segura. Estuvimos en la cama hablando, contándonos nuestras vidas, etc… Y ella me decía que no podía dormir, yo la volví a tocar (para ver si se relajaba) le dije, ¿Me pongo un condón? Ella me respondió…Sigo sin estar segura. Pero en un perfecto inglés me preguntó: ¿Deseas ser tocado? Yo le contesté: Buenas noches. Dormimos, le volvieron a dar temblores. Un espectáculo.

Había conocido en una semana las dos partes de Alemania, el este y el oeste. El blanco y el negro, factor común, eso solo lo saben mis allegados, pero solo os digo una cosa, ¡melocotón! Al día siguiente me desperté con un mensaje de la alemana rubia. Quería quedar otra vez. Yo me agobié, no volví quedar con ninguna de las dos. No me gustaba ninguna como me gustaba la chica húngara. No había motivación. Ya sabéis la moraleja, queridos lectores, cuando follas sin sentimiento es como hacerte una paja en compañía.

Hasta la próxima. Que no será dentro de mucho.

sábado, 17 de enero de 2009

Catando el producto autóctono

Pues ya estamos otra vez aquí contando batallitas después del parón navideño. Como buen estudiante o turista cuando vas a un país extranjero pues tienes que probar lo típico de allí, y eso es lo que hice, probar toda clase de cervezas, degustar las típicas salchichas así que lo único que me faltaba era probar a las Alemanas (que bruto que ha quedado esto). Y eso hice (o intenté). Quedé con la chica alemana de mi cumpleaños para cenar y ella que conoce la ciudad me llevó a un restaurante/ bar de ambiente gay (empieza bien la noche)

La verdad que la cena fue bastante agradable, estuvimos hablando de su familia, de la mía,en fin , que estuvo bien. Cuando salimos del restaurante/bar gay, íbamos a gusto; es lo que pasa cuando cenas con vino, así que entre la tontería del vino, lo bonito del ambiente y algún que otro factor más que no vale la pena comentar , terminamos liándonos por las calles. Que preciosidad por Dios.

Más tarde fuimos a una especie de Pub a tomar algo.- ¿Podemos tomar dos copas de vino, por favor?Le dijo ella al camarero en perfecto alemán. Que educados son estos alemanes.Cuando nos terminamos el vino yo la acompañé a su casa. Llegamos allí y la puerta seguimos “jugando”, la cosa se calentó y ella me invitó a subir. Evidentemente, como buen proyecto de caballero que soy no me pude negar, así que subimos, fuimos a su habitación, seguimos tonteando y cuando parecía que todo iba por buen camino… error. La naturaleza que es muchas veces inoportuna hizo acto de presencia en forma de menstruación. Bueno, a partir de ese momento todo fue raro, raro, raro. Ella me intentaba echar de su casa pero no había trenes, así que no tuve más cojones que quedarme a dormir. Ella hablaba pero se quedaba durmiendo, parecía tener narcolepsia (un saludo para el profesor Pereda desde aquí) .Yo flipando,asustado como una rata le preguntaba si se encontraba bien y ella de repente se despertaba. Para más inri por la noche le daban temblores, así que dormir ni hablamos y si lo llego a saber nunca hubiese subido a su casa, en fin, que fue una noche de mierda. A la mañana siguiente me fui echando humos.

En esa misma semana fuimos a Zaza, el sitio de guarreo por excelencia, sí ese del cubata a 1€, allí estaba yo un miércoles más con los españoles. Esa noche un español esperaba a una amiga con la que había quedado, y nosotros, el resto de españoles como una jauría de perros hambrientos esperando a la amiga de la amiga. Y finalmente vinieron y yo fui el más rápido o el más hábil y me lié con la amiga, que por cierto era una chica alemana rubia muy guapa de 21 años. Pasó la noche, y ella me llevó a su casa. Como podéis apreciar nunca digo que no a ir a casa de otras. La cosa es que llegamos a su casa, y cuando entramos por la puerta lo primero que me dice es, voy a dejarle una nota a mi hermano para decirle que estás aquí. Imaginaos mi cara, yo pensaba: Gracias, ahora viene un alemán de 5 metros y me mata. Y la segunda cosa que me dice es…Tengo la regla. Yo buscaba la cámara oculta. Pero vamos a ver, pequeña hija de puta ¿Para que cojones me llevas a tu casa si tienes toda “la gracia”? Bueno, pues ya que estábamos allí habría que ponerse al lío y eso hicimos. No estuvo mal , pero tampoco estuvo bien ya que empezó a tocarme y a tocarme… y cuando llevaba 30 segundos y yo empezaba a emocionarme ella paró. Cara de asombro (gilipollas) se me quedó así que dormimos una hora porque ella tenía que ir a clase. Cuando me desperté , estaba la “amiga” de mi amigo español. Ella me dio un mensaje para él que si no os importa me lo reservo para los dos. Y así terminó mi experiencia con las alemanas, factor común “la regla”. Aún así la cosa no quedó así, ya que volví a quedar con las dos a la semana siguiente.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Mi cumpleaños

Llegó octubre y tenía ilusión por un par de cosas, la primera era saber que cojones era la sustancia verde que salía de mi pene y la segunda celebrar mi cumpleaños ya que pocas veces la he liado muy gorda dicho día. Pero este fue diferente, y se lió y bastante.

El día empezó en la cocina de un vecino español que vive en la misma residencia que yo preparando 8 tortillas y bebiendo cerveza desde las 3 de la tarde, ya que la gente estaba citada para las 8.30 más o menos. Para esta fiesta, yo había invitado a unos 40 estudiantes más la gente del rugby, eso no os lo he contado, pero muchos de vosotros por no decir todos sabéis que desde hace unos años, practico este deporte así que lo que hice al empezar octubre fue buscar un equipo y hacer amigos.

La gente empezó a llegar, los alemanes puntuales como siempre, los españoles tarde como siempre. Había gente que no había invitado (brasileños), pero bueno, me daba igual, era mi día y quería pasármelo bien. La gente vino con botellas, muchas botellas, ¿Quién me diría que para mi 24 cumpleaños recibiría una botella de vodka ruso? ¿O una cerveza y unos dulces polacos? ¿O un tanga? Bueno, eso es otra historia.

La fiesta empezó bien, veintitantos litros de sangría para empezar luego empezó a llegar gente, yo perdí la cuenta de los que allí habíamos pero seríamos entre 50 y 60. Mi compañero de residencia, me regaló una botella de un licor alemán, y empezamos a poner chupitos, me acuerdo que me puse de rodillas, y un compañero de equipo empezó a echarme de aquel líquido infernal en la boca…duré cuatro tragos, me fui directo a vomitar. El capitán Piff, había resurgido de las tinieblas.

La gente de aquí conoce ya varias cosas de España, pero de lo que más orgulloso estoy es de la canción de “ XXX ya está aquí “ o como la conocen aquí “Trinken ein bisschen“ en español sería “bebe un poquito”. Después de aquello, la gente me pidió que la escribiese, ahora casi todos la conocen. Pero no todo es enseñar en esta vida, también hay muchas veces que hay que aprender, y eso hice. En el equipo me enseñaron el “Ale Zumba” que es otra canción, pero en vez de beber te desnudas. Y así acabamos borrachos y en calzoncillos. Las chicas flipaban. Nosotros nos moríamos de risa.

Bueno, ahora empecemos con el guarreo. Esa noche vino una amiga de la novia de un compañero de equipo, ella y yo habíamos estado hablando hacía una semana y era bastante maja y además estaba buena. Mediría 1,65 más o menos, era guapa, hablaba un poco de español, olía muy bien y tenía el culo más bonito que había visto desde hacía mucho tiempo. Luego me explicó que hacía ballet. Ella me dijo que quería ver donde yo vivía, y le enseñé mi habitación. Cuando estábamos dentro, después de explicarle todas las fotos que tenía y tal. Me acerqué a ella y le besé(estoy que me salgo !!), ella me acompañó, no lo evitó.

Salimos otra vez para fuera con toda la gente. Allí, estaba una chica que a mi me gustaba muchísimo. Era húngara, pero nunca habíamos hablado mucho, era muy vergonzosa. Tenía una mirada especial, tú la mirabas a los ojos y ella no rehuía. Me encantaba. Parecía especial. La cosa es que no se porqué pero me vino y me dijo: “Quiero bailar música española contigo”. Yo estaba flipando, y pensé: Pequeña mujer húngara de metro ochenta, tus deseos son órdenes. Así que fui, y puse Sin Documentos, gran canción, mejores recuerdos. Y bailamos. Yo estaba soñando, imaginaos la cara de la alemana.

Aún así, parece que a las mujeres les mola que le den caña, porque después de bailar con el pivón húngaro. La alemana me pilló por banda y me dijo. Vamos a tu cuarto. Y nos liamos y el culo cumplía las expectativas, duro, durísimo. Pero no follamos. Ella se fue. Nos dijimos que nos llamaríamos. Al día siguiente estuve 3 horas limpiando. Las expectativas se cumplieron y la fiesta en Diciembre es aún recordada.

martes, 2 de diciembre de 2008

Es que estaba borracha

¿Quién no ha oído esta excusa? ¿A quién lo le han dicho nunca esto? Pues si señores, a los Erasmus hay veces que nos dan calabazas por no decir, hostias como panes. No es que yo sea un tío extremadamente guapo (soy resultón, jejeje), ni tenga el cuerpo de Brad Pitt (me sobra algún que otro kilillo) , pero he descubierto una cosa, cuando tu autoestima está alta, y estas seguro de ti mismo te puedes liar con la mujer más guapa del planeta( véase el novio de la Pataki ). Si de algo estoy orgulloso de esta experiencia, es de haber aprendido a quererme más a mi mismo. Os pongo un ejemplo, imaginaos una chica inglesa de 20 años, muy guapa, unas tetas de escándalo, y cuando digo escándalo me refiero a más de una 100. Eso no son tetas, eso es una locura. Pues yo, que soy un poco bocazas la había visto unas cuantas veces, y esa noche, le dije a mi amigo español: Esa, la de las tetas como cántaros de agua, cae esta noche. Imaginaos una fiesta de unas 20 personas, todos bebidillos, contentos, no se porque acabamos el español con una polaca y yo con la inglesa en su cuarto. Así que mi profecía se cumplió. Lo había hecho, por cierto, la italiana estaba también la fiesta, pero no se había enterado de nada, sino no probablemente se habría creado un conflicto internacional.

Os pongo otro ejemplo, en una discoteca una polaca y yo… la polaca amiga de la inglesa, polaca está como un tren, pero una cosa que siempre debes saber ávido lector para tus futuras andanzas es que “Tiempo que inviertes en polaca, tiempo que pierdes”. Aunque en principio parece que no, por que su forma de bailar es tocándote la polla (literal), y te pasan la mano, y te restriegan el culo, y tú (en este caso yo) te pones enfermo y te gustaría sacarte el pene (que está como el cuello de un Cantaor, rojo y lleno de venas) y darle con él en el entrecejo. Y os coméis la boca, tampoco mucho, dos besos guarros, pero es una más que entra en la lista. Por cierto, la inglesa estaba delante. Pero esto es la Erasmus y todo como dicen aquí es egal.

Otro ejemplo que os pongo es cuando otra polaca; cuyo novio es conocido tuyo y te trae botellas de vodka por cuidar a su novia de los “malos”, está en el Zaza (ya os contaré más sobre el sitio, pero básicamente es una discoteca donde los miércoles pagas 5€ por 5 copas) bailando contigo y le dices una guarrada al oído y se te tira a los brazos y toda los chicos que te rodean miran con envidia, en ese momento eres lo que viene siendo en crack , pero no por que tu lo digas, sino porque cada vez que te separas de ella vienen un par de amigos y te preguntan como lo has hecho, que está buenísima, que era imposible, bla bla bla. Pero de sentirte crack, a sentirte un poco sucio, no se tarda mucho, solo se tarda lo que tarda en que te baje el alcohol que llevas en vena.

Y ahora os pregunto... ¿Podéis sacar factor común de estas pequeñas historias? La verdad es que no se ve a simple vista, pero os lo digo yo. Yo he llegado a la conclusión que las mujeres, señoritas, tías, chorvas, pivas o como quieras que les llames, piensan igual que tú, buscan lo mismo que la mayoría de los jamelgos, tíos, hombres, chicos, etc. Y es el aquí te pillo y aquí te mato, y como dice el refrán, si te he visto…patada en los cojones.

¿Por que creéis que pienso eso? Por una sencilla razón cuando al día siguiente hablas con ellas, siempre te repiten lo mismo.

Es que estaba borracha

Eso te hace quedarte con cara de gilipollas, pero bueno, de palos también se aprende, y hace que si eres celoso, los celos por cojones desaparezcan.

Nota: Tengo algo raro en el pene, me escuece a morir cuando voy al baño.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Nos vamos a Berlín

Una de las cosas que más me gustan en la vida (cuando tengo dinero), es viajar. Así que cuando salió la primera oportunidad, nos fuimos a Berlín. Aquel viaje hizo que odiase dicha ciudad, la verdad que tengo que volver a verla ya que sería injusto que me llevase ese ingrato recuerdo de Alemania.
Quedamos en la estación central para ir Berlín, y allí estábamos: La italiana (“amigable-pareja”), la chica rusa que se subía en la barra a bailar, una belga, dos hijas de Bush, y un estudiante de ópera finlandés. 6 vs 1, si ya que el cantante es gay.

Lo primero que hice viendo el panorama ya en la estación, fue ir a comprarme 6 cervezas. Es gracioso ver como si el tren llega tarde 5 minutos, te avisan por megafonía y piden disculpas, cuanto nos queda por aprender. Entramos al tren y cuando llevaba bebidas 3, me quedé frito. No duró mucho mi cabezada, ya que aquello parecía un gallinero, en vez de 6 estudiantes. A la única que no hubiese quemado en ese momento es a la chica belga, que es bastante maja. Aún así llegamos a Berlín, fuimos al “hostel” y nos fuimos a ver la ciudad. Pero, pasa una cosa, con todo el respeto y siempre generalizando. Pienso que las mujeres y los hombres no tienen la misma manera de ver las ciudades, los hombres nos gusta ver la ciudad, los monumentos, pasear, callejear y a las mujeres creo que también le gusta lo mismo pero añadiendo las tiendas y las fotos.
Yo soy bastante impaciente, no me gusta pararme cada 2 minutos para hacerme una puta foto, la verdad es que no me gustan las fotos aunque salga en muchas de ellas, no tengo cámara. Así, que a los 15 minutos estaba desesperado. Me estaba imaginando 3 días más así, y me estaba dando un ataque de ansiedad.

De ese día, lo que más recuerdo, además de pegarnos una pateada brutal a Berlín, fue que estando por la noche todos acostados (dormíamos todos en la misma habitación) empezamos a hablar y hablar, y el cantante de ópera, empezó a contarnos sus historias y a hacer preguntas del tipo... ¿Vosotras habéis besado a alguna chica alguna vez? ¿Se han corrido en vuestra boca? ¿Os ha dado por culo? No creo que haga falta que os ponga más ejemplos aunque muchas madres estarían sonrojadas de oír a sus hijas aquella noche, sus respuestas me las guardo para mis noches solitarias.
Bueno, pues la cosa es que una de las hijas de Bush estaba muy cansada y quería dormir y nos había dicho varias veces que nos callásemos, pero como Alemania es un país democrático (no como otros) si la mayoría quiere fiesta, pues hay fiesta.
¿Y que pasó? Os preguntaréis, pues que la muy cerda, se puso a llorar…Si señores, una señora de 21 años, se pone a llorar para chantajearnos, y decía entre sollozos... ¡Estoy cansada, quiero dormir! Pero lo mejor, es cuando la otra hija de demonio, que diga de Bush, se levantó de la cama y dijo… ¿Habéis visto lo que habéis conseguido? Yo no tuve otro remedio que morder la almohada para no llorar, pero de risa.
Al día siguiente me levanté temprano para ir a recoger a 3 Erasmus españoles, la novia de uno de ellos y una expareja italiana. Aquello me alegro el viaje, la única putada es hice el mismo recorrido del día anterior para enseñarles Berlín. El grupo que éramos, se dispersó. Yo la segunda noche terminé con la belga en un garito muy extraño tomando una cerveza.

Y como no, empezaron los malos rollitos, la italiana se puso celosa de la belga. La belga le dijo a la italiana que yo estaba en Berlín con ella (belga) para darle celos. Las hijas de Bush no dormían en nuestra habitación, ya que conocieron unos tipos de los States. Por cierto un español entró al a habitación y pilló a una de ellas (la que se llevó el ordenador a Berlín para hablar con su novio) en la cama metida con otro. Ou yeah! Los tipos de los States eran subnormales profundos. Hacían “air-guitar”, le decían a la belga, que la mejor cerveza del mundo estaba en Chicago, y otras cosas que prefiero no tocar aquí. El chico finlandés volvió a casa porque estaba resfriado. Y un largo etcétera.

Durante los 3 días allí no habíamos salido de fiesta, así que el último día lo intentamos, y quien la sigue la consigue. Al principio de la noche buscamos algún bar para tomar una cerveza, no me acuerdo si lo conseguimos, lo que si que conseguimos fue unas flores que nos encontramos en la calle y se las regalamos a la llorona porque era su cumpleaños. Pero ¿Nos íbamos a ir de Berlín con toda la tensión que había y sin irnos de fiesta? ¿Cómo no íbamos a salir de fiesta si estábamos en la capital del Techno? La verdad, es que a mi no me gusta ese tipo de música, pero hay que probar casi todo en esta vida. Y eso hicimos la pareja de españoles, la belga y yo nos fuimos en busca de “María” el sitio donde nos habían mandado. Cogimos un tren y llegamos a una estación, estábamos en la antigua parte comunista de Berlín, los edificios cuadriculados como cajas de zapatos lo confirmaban. Allí preguntamos, y nos dijeron que la entrada era de 12€ por cabeza, susto.

Aún así fuimos, aquello era como una casa abandonada al lado del río, nos dispusimos a entrar ya que había gente fumando fuera y los porteros nos pararon los pies. Nos dijeron que había que pagar los 12€ de rigor (48€ entre los 4), nosotros les dijimos que era muy tarde, ellos nos dijeron que entonces 30 entre los 4, les dijimos que éramos Erasmus y era nuestra última noche en Berlín, ellos nos dijeron que 20€. Nosotros dijimos: Trato hecho. Y entramos con una amplia sonrisa al garito. Aquello era como una película de Blade, gente muy extraña y la música muy fuerte. Yo esa noche me dediqué a beber Cocacolas y Sprites, y no se por que cojones, si por el volumen de la música o me entró agobio y cuando nos fuimos empecé a vomitar. Manda huevos. Mis compañeros flipando, la belga diciéndome… Pusy boy!!!! Traducido al español de la calle….podría ser como “maricón de mierda potas con Cocacolas” más o menos. Volvimos al “hostel” cuando ya era de día. Yo estaba hasta los cojones de Berlín, quería volver a casa. Había tensión en el ambiente. Al día siguiente nos fuimos.

martes, 25 de noviembre de 2008

La leyenda es cierta

Cuenta la leyenda que en la Erasmus se folla, y eso es verdad. Doy fe. Después de haber estado tonteando y haber pasado tardes de “jueguecillos” al final, aquel domingo o lunes por la noche, la verdad es que no me acuerdo… se consumó el “hamor” ( si amigos, amor se escribe con H ¿No Raper?). Aquello no estuvo mal, tampoco estuvo bien, y es que cuando se folla con el único sentimiento de intentar follar por follar (sin hamor) pues pasa lo que pasa, que es como hacerte una paja en compañía.

De lo que si que me acuerdo bien, es que le mandé un mail a los “Reyes del medio pollo con alioli” contándole que la leyenda era cierta… ¿Cómo somos los chicos, eh? Y aquella semana se repitió la misma historia durante varias veces ¿En tu habitación o en la mía? Y la verdad es que la calidad de fue aumentando y aumentando y aquello era gloria… Después, de unas cuantas, ella, una mujer de 26 años, con mucha experiencia me dijo… ¿Tu y yo que somos?

Chicas, por favor ¿A que coño viene esa pregunta? ¿No creéis que si un chico quiere que seas para él solo, te diría él antes que salieses con él? Y yo, con mi habilidad mental que me caracteriza, me quedé pensando un momento unos 15 segundos más o menos, y ella al ver que no contestaba, me fusiló con otra pregunta, ¿Somos una pareja?. Lo primero que me vino a la cabeza… fue un Sí… y eso le dije; Sí, somos una pareja, pero una pareja de amigos“ . Ella me dijo: Vale, Adiós.

¿Pero que cojones quieres que te diga? ¿Cómo quieres que tenga una “pareja” en la segunda o tercera semana de una Erasmus? ¿Estamos locos? Pero bueno, la ventaja de cuando le gustas a alguna chica es que muchas veces te puedes acostar con ella aunque no quieras ser su novio, aunque cuando te corres y se te baja el calentón ella te dice que si puede dormir contigo y que quiere que la abraces. Y eso, creedme que es una putada, y más putada aún cuando tu cama mide 90cm de ancho(los que me conocéis, sabéis que no soy nada pequeño). Y como no te queda otro sitio para dormir, excepto el suelo, pués no te queda otra opción que abrazarla.

Pero aquello no acabó allí…

viernes, 14 de noviembre de 2008

¿Repetimos?

Sábado de la primera semana, ya os conté en la entrada anterior que las fiestas se organizan esporádicamente, pues la segunda fiesta también lo fue, piso 9 edificio azul, casa de uno de los españoles. Esa fiesta, fue igual que la anterior, pero mejor, todos nos conocíamos más, había más confianza, y reímos y hablamos. Y hubo un par de guitarras en mitad de la noche, gran noche. Esa noche terminó como la anterior todos bastante “contentos” pero con un turco borracho como un perro del que el anfitrión español se hizo cargo toda la noche.

Muchas veces pasa que cuando eres nuevo en un sitio, no conoces nada, pues nosotros nos acogimos al dicho: Más vale conocido…que patada en los cojones. Así que un grupo de nosotros fuimos a la misma discoteca de la noche anterior. Esa noche estábamos, un holandés, una rusa, un español, una macedonia, una surcoreana la italiano-eslovena, y el que aquí os escribe. La rusa, no se si es por naturaleza pero cada vez que veía una barra americana, sentía un impulso tremendo de subirse a bailar, y creedme que era una gozada ver bailar a una mujer de casi un metro ochenta con un cuerpo de escándalo encima de una barra. Pero el flirteo no era con ella, sino con la Italiana, sino hubiese sido porque llevaba tiempo desentrenado de la técnica de ligue yo hubiese afirmado desde el primer momento que esa chica me estaba tirando los trastos. Salimos fuera a que ella fumase, y estuvimos hablando más de media hora, que si tengo tantos años , que si no tengo novio/a, que si estudio tal, que si yo soy tímido, que si el hombre debe dar el primer paso, que si tu solo me quieres para follarme( que listas son las mujeres cuando quieren).

Nos fuimos de la discoteca, y todos bajaron al andén, nosotros nos quedamos viendo un mapa de la ciudad, y nos miramos y nos acercamos y hay veces que sobran las palabras, como en este momento. La verdad que me costaba creerlo, llevaba 5 días en Alemania. Bueno, llegó el metro y nos fuimos para casa. Esa noche no dormí solo, pero tampoco pasó nada, aunque aquello pintaba bien.