Es Martes día 2 de septiembre y dicen que hay un “meeting” en una cafetería donde nos juntaríamos todos los Erasmus…esto huele bien. Yo tengo más ganas de fiesta que un tonto. Como al principio de casi siempre que se conoce gente en un país extranjero, pues se va en grupo. Y para no ser menos, nosotros tíos y tías de veintitantos años, todos juntitos fuimos a la cafetería donde nos habían citado. Aquello parecía el chiste de “Esto va un inglés un francés, un griego, y tal y tal y un español” La cosa es que dejándonos llevar finalmente llegamos al sitio en cuestión, parecía agradable techos muy altos gente dibujando en las mesas, yo diría que es un sitio peculiar, bohemio, me gustaba.
Tras probar 4 tipos diferentes de cervezas típicas de la ciudad y algún que otro chupito (creo recordar), y con un estado de alegría general nos fuimos a una discoteca que había cerca del bar, el nombre la verdad que no importa ya que la mayoría de vosotros, tímidos lectores no creo que perdáis el tiempo en ir a esta clase de sitios.
Camino extraño para llegar, muy oscuro, graffitis, no daba buena impresión, pero finalmente llegamos, y naturalmente entramos. Ohh my good !!! Sitio genial, rock, cerveza a 1.6 €, ¿Estamos locos?
Y bebimos, reímos y danzamos y nos quedamos una española y yo, allí había buen rollito. Y después de la disco volvimos otra vez al bar bohemio, y seguimos bebiendo ella, yo y los camareros. Y cuando nos dimos cuenta habíamos perdido el metro. Toda la gracia. Vuelve a pata, a casa por la noche, con un fresco importante. ¿Solución? Si me preguntáis ahora la solución diría sin pensarlo…ROBAR UNA BICI, hace dos meses diría cogemos un taxi, y eso hicimos, y como éramos nuevos, jóvenes y tal, pues el puto conductor nos timó. Acuérdate siempre que vayas a Alemania ávido lector, que antes de coger un taxi debes acordar un precio con el taxista. Llegamos a casa, a las 3 más o menos, nos despedimos. Mañana hay que estar en clase a las 9…
No hay comentarios:
Publicar un comentario